Pity

PITY
	TÍTULO ORIGINAL	Oiktos
	AÑO	2018
	PAÍS	Grecia
	DIRECTOR	Babis Makridis
	DURACIÓN	1h 37 min
	REPARTO
	Yannis Drakopoulos, Evi Saoulidou, Pablos Makridis

El cine griego ha tenido un expansión considerable en Europa y ha tenido una penetración interesante en América; directores como Michael Cacoyannis, Theo Angelopoulos y Costa-Gavras han sido los responsables de mostrar este cine a nivel mundial con obras como Zorba el griego (1964), película que representó el estrellato del mexicano Anthony Quinn, El viaje de los comediantes (1975)  y Z...entre muchas otras. 

Babis Makridis dirige Pity (título en inglés), su segunda película; hizo su debut en 2012 con la película L ; con estas dos (2) obras se ha dado a conocer en Europa participando en varios festivales, como el de Sundance, festival de cine independiente. Un recorrido corto pero interesante, juicio sustentado por el film que ocupa estas líneas.

Pity narra la historia de un hombre sumido en la tristeza, porque su esposa ha caído en coma, describiendo su día a día hasta que, uno cualquiera,  ella despierta; a través de unos planos casi preciosistas se nos muestra la rutina de este hombre, del que no sabemos su nombre: se levanta, interactúa con su hijo y su mascota, sus vecinos, se va a su trabajo, interactúa con más personas,  y de nuevo en su casa, y así sucesivamente...una rutina monótona de un personaje que sufre, y que recibe de quienes lo rodean compasión y lástima por la situación de su esposa; por la repetición visual, al inicio de la película tuve que ver un par de escenas dos veces porque pensé que se trataba de la misma, pero no, las escenas son casi calcadas, en momentos diferentes del metraje y tiempos diferentes dentro de la historia, todo esto para remarcar la uniformidad, se nos informa de esta manera sobre la vida que lleva el protagonista... la imagen denota, escribe en mayúsculas y subraya rutina y monotonía. 

Todo esto  se va narrando a través de unas imágenes en extremo luminosas, brillantes, claras,  en donde predominan el blanco, los colores pastel, los planos amplios, una composición completamente planificada, un deleite visual desde el punto de vista técnico y artístico: una composición que raya en la solemnidad, la utilización de puntos de fuga (lugar en donde convergen dos líneas paralelas hacia el infinito, lo que dota de profundidad a la imagen), la ley de los tercios  (dividir el encuadre en 9 partes utilizando dos lineas horizontales y dos verticales y cuyos puntos de intersección marcan el centro de interés de la imagen ), la linea del horizonte perfectamente definida, planos generales y primeros planos geométricamente organizados.

Fotograma ejemplo de punto de fuga

Fotograma ejemplo de la ley de los tercios

Una solemnidad casi obsesiva, acompañada de una música que no desentona en grandilocuencia, Mozart fue el elegido para acompañar la imagen; la actuación del protagonista no puede ser menos, el actor Yannis Drakopoulos ofrece un personaje completamente hierático: su expresión facial es única y constante durante todo el metraje...un personaje que se alimenta de la lástima, porque esta cinta trata sobre la adicción, una adicción que, como todas, arrastra hasta lo más bajo, y que este filme describe y desarrolla hasta sus últimas consecuencias... una adicción a ser compadecido a despertar lástima, al sufrimiento; en una sucesión de escenas (porque la película es eso, una sucesión de escenas), se va contando el afán del personaje por satisfacer su adicción, por despertar y encontrar en los demás esa lástima, y los medios de los que se vale para lograrlo: se hace lo que se tenga que hacer para satisfacer la adicción aunque esta satisfacción sea efímera, inalcanzable; la película se preocupa por dotar al personaje de un aire cuadriculado, sin mancha (su vestuario es impecable, pulcro); es una invitación al espectador a ver y sentir el contraste entre lo que se nos muestra de manera explícita y lo que está implícito: que al contrario de lo que reza el cliché de que el blanco y la luz es lo "bueno", acá es lo monótono, el lado oscuro, la tempestad...el protagonista pulcro, impoluto es capaz de realizar desde la acción más infantil hasta la más vil para despertar la lástima de los demás... 

Esta película es un ejemplo de cómo se debe narrar con la imagen, de cómo ésta tiene la capacidad de brindar toda la información necesaria al espectador, nos ofrece una exquisitez visual a través de la formalidad en exceso de sus imágenes; la formalidad y geometría del film definitivamente transmite sensaciones diversas dependiendo del espectador (como debe ser), pero lo que si resulta casi unánime es que es una película incómoda, un lujo visual que toma distancia de los convencionalismos que llenan nuestra oferta cinematográfica...           

* En la sección de solicitudes responderé si les interesa tener la película